Por David Arengas
Nicolás Ibáñez ha roto su sequía goleadora, y lo ha hecho en un momento crucial para Tigres UANL. El delantero argentino naturalizado mexicano anotó el gol del empate 1-1 ante Cincinnatti en la ida de los octavos de final de la Champions Cup, un tanto que significó un desahogo para el jugador y un impulso para el equipo.
Una sequía angustiante
Ibáñez llevaba 813 minutos sin marcar, 13 partidos en los que la ansiedad y la frustración se habían apoderado de él. "La venía pasando bastante mal", reconoció el delantero en la zona mixta tras el partido. "Gracias a Dios hoy se me dio el gol".
Noches de insomnio
La falta de gol había afectado el descanso de Ibáñez. "Sí, la pasaba muy mal", confesó el delantero. "No podía dormir". La presión de no marcar y la responsabilidad de ayudar al equipo habían generado una gran angustia en el jugador.
Celebración especial con Pizarro
El gol de Ibáñez tuvo un significado especial, ya que fue celebrado con euforia junto a Guido Pizarro, quien debutaba como entrenador de Tigres. "Qué mejor que con Guido ahí como técnico, que fue algo muy especial también", señaló Ibáñez. El delantero destacó el trabajo del equipo y la importancia del empate para la vuelta en casa.
Brunetta destaca el trabajo en equipo
Juan Brunetta, compañero de Ibáñez, también resaltó el esfuerzo del equipo para conseguir el empate. "El grupo hizo un gran trabajo y ahora tenemos la revancha en casa, que es donde más fuertes nos hacemos", afirmó Brunetta.
Puntos clave:
31/03/2025
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